El Ciberbullying, también llamado "Ciberacoso", consiste en una nueva manera de acoso escolar (o Bullying), que tiene lugar en las redes sociales, donde los hostigadores se valen del velo de la red informática y, escondiéndose detrás de un perfil anónimo, insultan, se burlan y hasta maltratan a otros compañeros.
En éste contexto, los hostigadores que provocan el acoso reciben diferentes denominación según el tipo de violencia que ejerzan, por ejemplo están los trolls, cuyo modo de actuar consiste en publicar cataratas de mensajes, burlándose de la victima, provocandola con mensajes hirientes o mentiras, a veces mediante el uso de cuentas múltiples (cuidadosamente diseñadas para que pasen por reales), y por lo general, se organizan para acosar a la victima en "manada" (es decir, todos contra uno), y llenar sus redes con agravios.
Otro tipo de ciberacosador es el hater, quien se dedica a difamar, despreciar o criticar destructivamente a una persona, solo porque ésta ultima no le cae bien o por diferencias con ella. Al igual que el troll, el hater también puede llegar a detractar o calumniar a la victima casi sin fundamentación alguna más que la de su propio odio a quien acosa.
La manera en que operan los ciberacosadores comprende una gama muy variada de métodos, todos ellos enfocados o implementados en el universo de la internet y las redes sociales, por ejemplo editando fotos de la víctima para crear infinidad de memes, amenazando e insultando en comentarios, filmando golpizas o humillaciones para luego subirlas a dichas plataformas sociales, ventilando intimidades de la victima al público (como en los casos de sexting, tal y como abordamos en la siguiente entrada), o elaborando mentiras sobre sus acosados.
El Ciberbullyng tiene un efecto aún más devastador que el Bullyng, en el sentido de que las redes sociales tienen la característica de propagación de sus contenidos en tiempo real (viralización), y de pronto, la victima ya no es solamente objeto de burla de un grupo de jóvenes, sino ya de cientos y miles de otros usuarios, que comparten esos acosos, se ríen, y se burlan de la misma manera.
La victima se vuelve "famosa" a nivel local, nacional, o incluso internacional, y el peso psicológico que supone sentirse el hazmerreír de toda la comunidad, o recibir infinidad de insultos y amenazas, puede tener consecuencias catastróficas para el acosado. En el "mejor" de los casos, la victima se ve forzada a cerrar sus redes sociales o participar de las mismas con una nueva cuenta y otra identidad (para evitar a sus ciberacosadores). En el peor de los casos toma lamentablemente la decisión de quitarse la vida.